La imagen, tú y lo que quieres lograr. ( Parte I )

Una de las verdades más grandes que la gente no quiere aceptar es que aun somos superficiales. Lo queramos o no, la naturaleza social desde siempre ha sido superficial. Esto es algo con lo que uno debe de aprender a lidiar.

No quiero herir suceptibilidades pero como te ven te tratan. No es una conducta discriminante en mal sentido. Psicologicamente hablando, la imagen actúa más en el subconsciente que en el consciente de nosotros. Un ejemplo, hay dos gerentes de dos empresas exitosas. Uno viste de traje y corbata, el otro viste de jeans y camiseta. Si tuviera que contratar a uno para su empresa, ¿a quien contrataría usted sabiendo que ambos tienen los mismos grados de estudio, ambos son muy exitosos y capaces?.
Se ha puesto a pensar ¿Por qué lo contrataría a él en lugar de contratar al otro?

La imagen es algo importante en nosotros, con esto no quiero decir que sea lo más importante, pero juega un papel fundamental a la hora de que alguien empieza a concebir un concepto de nosotros. Ellos, al igual que nosotros, relacionan de manera inconsciente las externalidades con uno. Si te ven bien vestido, pulcro y con un trato educado y cordial instintivamente te relacionarán como alguien profesional y capaz. ¿No me crees? Pues dejame decirte que tú, mi estimado lector, lo has hecho y lo haces.

Entonces estimado lector, lo importante es estar consciente del poder que esto significa para uno. Una imagen dice más de 1000 palabras (al menos así dice el refrán). Ahora, te reto a que primero pienses ¿Qué es lo que quiero que mi imagen diga?, ¿Cual es la imagen que quiero proyectar y por qué? y ¿Como puedo lograr esto?.